Hay ciertas texturas que son irresistibles y que despiertan toda clase de asociaciones: son blandas, húmedas, tibias, perfumadas...tal es esta receta: la delicadeza de las especias, la naranja suavizada, las almendras en vez de harina...por sí solo se gana a cualquiera, pero deja espacio para probarlo con yoghurt de azahar, crema fresca y pistachos, helado, jarabe de cítricos...

Necesitas:

2 naranjas
250g de azúcar flor
1/2 cdta. de cardamomo
una pizca de canela
300g de almendras (peladas y molidas)
1 cdta. de polvos de hornear
5 huevos

¿Cómo se hace?

1. Colocar dos naranjas en una olla completamente cubiertas
de agua y hervir durante un par de horas hasta que estén blandas
(es mejor colocar un plato o algún peso para sumergirlas, también
será necesario colocar más agua a medida que se evapora)

2. Dejar enfriar las naranjas y extraerles el cáliz y las pepas.

3. Procesar las naranjas, azúcar, especias y polvos de hornear
hasta obtener una perfumada pasta.

4. Colocar las almendras en agua caliente para que desprendan
la piel fácilmente al apretarlas.

5. Moler las almendras peladas hasta obtener una pasta deseosa
de volverse mazapán.

6. Mezclar la pasta de almendras, la de naranja y los huevos y
colocar en un molde desmontable con papel mantequilla el que irá
al horno unos 50 minutos hasta que un palillo insertado en el pastel
salga limpio.

7. Dejar enfriar unos minutos antes de sacar del molde.
Espolvorear con azúcar flor.

8. Servir idealmente tibio. Puede acompañársele con yoghurt
de azahar, helado, u otra invención propia.